Su viaje en el mundo de la danza comenzó en 2012, cuando empezó a estudiar ballet bajo la técnica cubana. La pasión y dedicación hacia esta disciplina la llevaron en 2017 a realizar un curso intensivo en el prestigioso Ballet Nacional de Cuba, en La Habana. Esta experiencia fue un punto de inflexión en su carrera, permitiéndole perfeccionar su técnica y conocer la riqueza de la tradición cubana del ballet.

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Posteriormente, decidió explorar la técnica Vaganova, una metodología que ha moldeado a algunos de los bailarines más destacados del mundo. En 2022, participó en un verano intensivo en la escuela Bossov Ballet Theatre en Maine, donde tuvo la oportunidad de aprender y crecer bajo la dirección de la renombrada Natalya Getman, quien ha sido una gran influencia en su desarrollo artístico. Hasta la fecha, ha completado tres cursos intensivos con ella, cada uno aportando valiosos conocimientos y habilidades a su repertorio.

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Aunque el ballet ha sido la base de su formación, también siente una profunda conexión con la danza contemporánea, que le permite explorar y expresar emociones de una manera única y personal.

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Entre 2015 y 2020, compartió su amor por el ballet con las generaciones más jóvenes, impartiendo clases a niños pequeños en un CIPRESS (Centro Integral de Prevención Social). Esta experiencia no solo le permitió transmitir sus conocimientos, sino también contribuir al desarrollo integral y bienestar de los niños a través de la danza.

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Actualmente, forma parte de la Academia Pointé, donde ha encontrado una verdadera familia. En esta academia, continúa desarrollándose tanto técnica como artísticamente, rodeada de un ambiente de apoyo y compañerismo que inspira y motiva su crecimiento continuo en la danza.

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Cada etapa de su trayectoria ha sido una pieza fundamental en su evolución como bailarina, y mira hacia el futuro con ilusión y determinación, con la esperanza de seguir creciendo y compartiendo su pasión por la danza con el mundo.​